Primer Periodo.

 Primera Ley de Mendel

La primera ley de Mendel, también conocida como la Ley de la Segregación, establece que durante la formación de los gametos (óvulos y espermatozoides), los alelos (variantes de un gen) de un gen se separan y se transmiten de forma independiente.

En otras palabras, cada individuo hereda un alelo de cada gen de sus padres, pero solo uno de los dos alelos se transmite a cada gameto. Cuando se unen los gametos durante la fecundación, se forman pares de alelos nuevamente y así se crea la combinación genética única de un individuo.

Por ejemplo, si un padre tiene un alelo dominante para el color de ojos (B) y otro alelo recesivo (b), y el otro padre también tiene un alelo dominante (B) y un alelo recesivo (b), sus descendientes tendrán una probabilidad del 25% de tener un fenotipo (expresión física) recesivo para el color de ojos (bb), un 50% de ser heterocigotos (Bb) y un 25% de ser homocigotos dominantes (BB).

La ley de la segregación de Mendel ayuda a explicar cómo se transmiten los rasgos genéticos de una generación a otra y es la base de la genética moderna.


¿Por qué nos parecemos a nuestros padres? :o

Nos parecemos a nuestros padres porque heredamos una combinación de sus genes que determinan nuestras características físicas y rasgos heredables. Los genes son segmentos de ADN que codifican la información necesaria para la formación y funcionamiento de nuestro cuerpo.

Cada ser humano recibe la mitad de sus genes de su madre y la otra mitad de su padre. Durante la formación de los gametos (óvulos y espermatozoides), los cromosomas homólogos (que contienen los genes) se recombinan y se separan, lo que produce una combinación única de genes en cada gameto. Cuando los gametos se unen durante la fecundación, se forma un embrión con una nueva combinación genética.

Traducción de proteínas

La traducción de proteínas es el proceso biológico mediante el cual la información genética contenida en el ARN mensajero (ARNm) se utiliza para sintetizar una proteína específica. La información genética se codifica en secuencias de nucleótidos en el ARNm, que se leen en grupos de tres (codones) por el ribosoma, que es la maquinaria celular responsable de la síntesis de proteínas.

Cada codón en el ARNm especifica un aminoácido particular que debe ser incorporado en la cadena polipeptídica en crecimiento. Los aminoácidos se unen entre sí mediante enlaces peptídicos para formar una cadena lineal, que se pliega y se modifica en una estructura tridimensional única para formar una proteína funcional.

Segunda ley de Mendel

La segunda ley de Mendel, también conocida como la Ley de la Distribución Independiente o Ley de la Segregación Independiente, establece que durante la formación de los gametos, los alelos de diferentes genes se segregan y distribuyen en los gametos de manera independiente, sin que la presencia o ausencia de un alelo de un gen afecte la presencia o ausencia de un alelo de otro gen.

En otras palabras, cuando dos o más genes se heredan juntos, cada gen se distribuye en los gametos de manera aleatoria e independiente de los otros genes. Esto significa que los alelos de diferentes genes se mezclan libremente y se combinan de diferentes maneras en la descendencia.

Por ejemplo, si un padre es heterocigoto para dos genes diferentes, AaBb, y el otro padre también es heterocigoto para los mismos genes, AaBb, la descendencia tendrá una probabilidad del 9/16 de ser AaBb, una probabilidad del 3/16 de ser Aabb o aaBb, una probabilidad del 1/16 de ser aabb y una probabilidad del 3/16 de ser AABB o aaBB.

La segunda ley de Mendel ayuda a explicar cómo se distribuyen y combinan los rasgos genéticos de una generación a otra y es la base de la genética moderna.



Herencia de los tipos de sangre


La herencia de los tipos de sangre está determinada por los antígenos presentes en la superficie de los glóbulos rojos y los anticuerpos en el plasma sanguíneo. Hay cuatro tipos principales de sangre: A, B, AB y O. Estos tipos de sangre se determinan por la presencia o ausencia de dos antígenos, A y B, y los anticuerpos que se producen en respuesta a ellos.

El sistema ABO de los tipos de sangre está controlado por un solo gen con tres alelos: A, B y O. Los alelos A y B son codominantes y el alelo O es recesivo. Esto significa que si una persona tiene un alelo A y un alelo B, ambos alelos se expresarán por igual y la persona tendrá sangre AB.

Cada persona hereda un alelo de cada uno de sus padres. Si una persona hereda un alelo A de uno de sus padres y un alelo A o un alelo O del otro, tendrá sangre de tipo A. Si hereda un alelo B de uno de sus padres y un alelo B o un alelo O del otro, tendrá sangre de tipo B. Si hereda un alelo A de uno de sus padres y un alelo B del otro, tendrá sangre de tipo AB. Si hereda un alelo O de cada uno de sus padres, tendrá sangre de tipo O.

Los anticuerpos en el plasma sanguíneo de una persona se producen en respuesta a antígenos que no están presentes en sus propios glóbulos rojos. Por ejemplo, una persona con sangre tipo A produce anticuerpos contra el antígeno B, y una persona con sangre tipo B produce anticuerpos contra el antígeno A. Las personas con sangre tipo AB no producen anticuerpos contra los antígenos A o B, y las personas con sangre tipo O producen anticuerpos contra ambos antígenos A y B.

La herencia de los tipos de sangre es importante en la medicina transfusional y en la compatibilidad de órganos para trasplantes.


Herencia ligada al sexo

La herencia ligada al sexo es la transmisión de características genéticas que están ubicadas en los cromosomas sexuales (X e Y). Como los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y, mientras que las mujeres tienen dos cromosomas X, la herencia ligada al sexo puede ser diferente entre hombres y mujeres.

En la herencia ligada al sexo, un gen específico se encuentra en uno de los cromosomas sexuales, y su expresión se verá afectada por el sexo del individuo y por el alelo presente en cada uno de los cromosomas sexuales. Los alelos recesivos ubicados en el cromosoma X pueden ser más comunes en los hombres, ya que si un hombre hereda un cromosoma X con un alelo recesivo, no tiene un segundo cromosoma X para compensar y expresará la condición.

Por ejemplo, el daltonismo, una afección que dificulta la capacidad de distinguir ciertos colores, es un rasgo ligado al cromosoma X. Como los hombres tienen solo un cromosoma X, si un hombre hereda un alelo recesivo para el daltonismo, es más probable que exprese la condición que una mujer que tiene dos cromosomas X y podría tener un alelo dominante para compensar. Sin embargo, una mujer que es portadora de un alelo recesivo para el daltonismo en uno de sus cromosomas X puede transmitir la condición a su descendencia, incluso si ella misma no la expresa.

Otro ejemplo de herencia ligada al sexo es la hemofilia, una enfermedad en la que la sangre no coagula correctamente debido a la falta o la disminución de una proteína necesaria para la coagulación. La hemofilia se hereda a través de un gen defectuoso en el cromosoma X, lo que significa que los hombres que heredan el alelo recesivo afectado en su cromosoma X, serán más propensos a desarrollar la enfermedad que las mujeres que son portadoras del alelo en uno de sus cromosomas X.

La herencia ligada al sexo es importante en la genética humana y puede tener implicaciones médicas y sociales. El conocimiento de la herencia ligada al sexo es importante para la prevención y el tratamiento de las enfermedades genéticas que afectan a los cromosomas sexuales.


Tercera ley de Mendel

La tercera ley de Mendel, también conocida como la ley de la segregación independiente, establece que los alelos de diferentes genes se heredan de manera independiente unos de otros durante la formación de gametos. Esto significa que la segregación de un alelo en un gen particular durante la meiosis no está influenciada por la segregación de un alelo en otro gen.

En otras palabras, durante la formación de los gametos, los alelos de diferentes genes se separan de manera independiente y se combinan al azar en los descendientes. Por lo tanto, la herencia de un rasgo no está necesariamente relacionada con la herencia de otro rasgo en el mismo individuo.

La ley de la segregación independiente se basa en la observación de Mendel de que los rasgos que seguían dos rasgos separados en la primera generación de cruces dihíbridos seguían una proporción de 9:3:3:1 en la segunda generación. Esto significa que para dos genes separados, la probabilidad de que los alelos de un gen en particular se combinen con los alelos de otro gen en particular es del 25%, y la probabilidad de que un alelo en particular se combine con otro alelo particular es del 50%.

La ley de la segregación independiente tiene implicaciones importantes para la genética y la biología evolutiva. Esta ley sugiere que la variación genética en una población puede aumentar rápidamente debido a la mezcla aleatoria de diferentes alelos de diferentes genes durante la reproducción sexual. Esto puede permitir que una población se adapte a cambios en el medio ambiente y evolucione a lo largo del tiempo.




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